Solo digo que el día que vaya a votar mi verdad se verá alli, convencer a un necio de no serlo es una tarea que escapa a lo politico y se acerca a lo psicologico, y de politica se poquito pero de psicología nada.
El día que vayamos a votar se vará seguramente la voluntad popular, no la verdad de nadie (no te olvides que Menem ganó la segunda presidencia por amplia mayoría y le ganó a Nestor en primera vuelta después de la debacle del 2001), y habrá que respetar esa voluntad porque estamos en democracia.
Ahora, el tratar a los que piensan distinto (aunque sean la menor de las minorías) de necios y enfermos mentales, es la actitud más antidemocrática, violenta y autoritaria, típico de un gobierno manipulador y totalitario como el que ahora padecemos y de sus seguidores más ortodoxos.
Actitudes patoteras, violentas y descalificadoras, generando enemigos irreconciliables y fantasmas desstituyentes en los que piensan distinto es típico del movimiento montonero setentista. El gobierno debería velar por todos los ciudadanos (los adeptos y los detractores), no debería fracturar la sociedad, enfrentar a la gente, promover la violencia y realizar persecuciones ideológicas.
También debería llevar ante la justicia a TODOS los delincuentes, y no utilizarla como arma para una vendeta personal. Se deberían respetar los tratados internacionales (que tienen mayor rango incluso que la constitución) y no proteger terroristas de estado poniendolos en el rango de perseguidos políticos frente a un gobierno constitucional y democrático de otro país poniendonos casi en la posición de una ruptura de relaciones internacionales.
No debería usar el Congreso como una escribanía de forma totalmente ilegítima cuando le es favorable, y prácticamente cerrarlo cuando le es contrario.
No debería usar el poder judicial para convalidar el intento de fraude electoral del 2009 y sus candidaturas tetimoniales, donde la gente votaba por gente que jamás pensó en cumplir el mandato popular.
No debería usar el Banco Central y sus reservas como la caja de un almacenero en forma totalmente ilegal como a principio de este año con el "fondo del bicentenario".
No se debería manejar con la fuerza pública la opinión pública, ya sea a través del gran multimedio del gobierno K, conformado los medios privados parainformativos panfletistas como los públicos, los privados propios (El Argentino, Tiempo Argentino) y los medios oficialistas adictos (Canal 9, Página 12, Radio del Plata y otros), como también la persecución sistemática a los medios opositores a través de las constantes presiones de Anibal Fernandez o con todo el aparato estatal contra medios con los que por varios años fueron complices y ahora se encuentran enfrentados.
No se debería repartir plata a diestra y siniestra a través de un millón de planes sociales para generar consenso político y dependencia (a costa de transformar generaciones de personas en objetos manipulables y profundamente peligrosos), habría que generar trabajo y educación, para generar autosuficiencia y virtud de ser humano. Nunca las villas crecieron tanto como en este gobierno, podés tomar como ejemplo la 31 (co edificaciones precarias de hasta 6 pisos), la 1-11-14 o la que quieras del Gran Buenos Aires.
No se debería manipular los organismos del estado para que aporten resultados ficticios para consagrar una estafa de estado, en muchos casos contra los mismos ciudadanos que tenían bonos del estado a través de las AFJP, por juicios ganados contra el Estado o porque simplemente una vez decidieron confiar en el mismo.
No se debería emplear el Estado para enriquecerse vilmente.
Todas estas cosas hacen que los "grandes logros" de este gobierno se vean opacados, ya que los fines nunca pueden justificar los medios. Yo entiendo el sentimiento de la gente que cree en este plan de gobierno, ante la pérdida de un gran referente del mismo y la manipulación mediática que se está haciendo de la misma como intento para reflotar una realidad que les estaba siendo adversa.
Pero cuando los argumentos y la razón son reemplazados por agresiones y violencia, el totalitarismo aflora en la peor de sus formas.
Tendré que reveer mi condición de necio y me esperarán muchas sesiones de terapia de ahora en más.