Fue mi primera estación de desoldado, por módicos 500 pesitos sobrevivió ocho años en mi taller entre 2007 y 2015, pero como nada dura para siempre el calefactor se disgregó molecularmente y no pude conseguir repuestos para esta máquina.
Como soy un férreo defensor de la "Ley del mínimo esfuerzo" compré otra estación de desoldado, en este caso una Weller Ungar 4024 y al poco tiempo comprobé que la Ley de Murphy tambén se aplica a la retrocomputacion, aparecieron pistolas completas para la CT Brand y adquirí dos.