La vida salvaje del maraca.
En la primera foto vemos como nuestro sujeto en observación, al que hemos llamado fekete, muestra una actitud Activa, con abrazos y sonrisas a modo de cortejo, que no son otra cosa que el preludio de la posterior sodomización del incauto púber.
Ya en la segunda, el otrora macho alfa penetrador, da paso a la sumisión y adopta la actitud Pasiva frente a las nuevas generaciones adultas en claro gesto de resignación, visible en la pose frente al nuevo aspirante a lider de la manada.